lunes, 8 de octubre de 2012

San Rafael : El domingo en que llegó el tren


Los ferrocarriles argentinos fueron construidos casi en su totalidad por empresas de origen inglés, ya que ellos fueron los primeros en instalar líneas en su reino. Todas las líneas partían de Buenos Aires y en forma radial llegaban hasta aquellos sitios donde existiera materia prima que Inglaterra necesitaba para sus industrias, en nuestro caso frutas, que eran embarcadas en barcos frigoríficos.

El primer ferrocarril que comenzó a circular en nuestro país fue el FCGOA, conocido como el GOA ( Gran Oeste Argentino), cuyo destino final era llegar a Chile. En Buenos Aires circuló con La Porteña en 1857. En un principio estaba integrado también por capitales privados y luego por el gobierno de esa provincia.

Se realizaron estudios topográficos, porque el paso elegido era el de El Planchón. Varios ingenieros realizaron estudios sobre el terreno, que no pudieron completarse debido a los ataques de los aborígenes (aún no se había efectuado la campaña al Sur). Pero este proyecto fue dejado de lado, ya que el presidente Sarmiento obtuvo una sanción del Congreso para realizarlo por Uspallata.

En 1885 llegó el Ferrocarril GOA, que fue recibido con grandes festejos en la ciudad de Mendoza. En él venía el presidente Roca, quien estuvo en Mendoza durante varios días y visitó la bodega de Panquehua perteneciente a don Carlos González.

Roca prometió que desde Mendoza se extendería la línea a San Rafael, pasando por Godoy Cruz, Luján, Tupungato, Tunuyán, San Carlos y San Rafael. Dejó el proyecto casi listo antes de terminar su presidencia, pero aunque fue aprobado por las cámaras nunca se construyó.

También se pensó en extender la línea que pasaba por Villa Mercedes (San Luis); fue aprobado pero tampoco se realizó.

Durante el año 1900 en la Cámara de Diputados de la Nación se aprobó un nuevo proyecto. Entre los diputados estaban Juan E. Serú y José Antonio Salas, ambos con propiedades en San Rafael. A los pocos días lo aprobó Senadores y así se comenzó el nuevo proyecto. Este pasaría por La Dormida y desde ahí se dirigiría a San Rafael. Se firmó un contrato con el GOA, pero hubo un cambio: en vez de La Dormida, el tren saldría desde Las Catitas a San Rafael en un tramo de 184,9km.

El Ferrocarril Gran Oeste Argentino comenzó los trabajos del tendido de las vías utilizando para ello la vieja locomotora Nº315 que hoy podemos observar en la Plaza de los Inmigrantes.

En el mes de agosto de 1903 llegó el tren a Cuadro Nacional, pero no era esa la terminal de la línea. Para instalar la estación habían ofrecido terrenos don Rodolfo Iselín, don Juan Bautista Cornú, habitantes de Rama Caída y también de Cuadro Benegas, pero a los distritos era imposible llegar, ya que aún no había puente para poder cruzar el río.

El Ferrocarril GOA aceptó la oferta de Iselín y la estación se construyó en el mismo sitio donde ahora la encontramos, convertida en museo, con material transportado desde Inglaterra con los mismos trenes.

Mientras, se había efectuado el traslado de la cabecera departamental, desde la Villa hasta Colonia Francesa. El factor determinante del traslado fue la llegada del ferrocarril, pues los ingenieros que realizaron el estudio preliminar del terreno consideraron que la Villa no tenía posibilidades de crecimiento, ya que estaba ubicada en un valle fluvial y lo que necesitaban los ferrocarriles ingleses eran lugares donde hubiera mucho espacio para mayor producción y que esta fuera muy abundante para trasladarla al puerto.

Finalmente el domingo 8 de noviembre de 1903 arribó el tren a San Rafael, a las tierras de Iselín. Lo esperaba un pueblo enfervorizado que desde muy temprano esperaba su llegada. A las 16 llegó el tren, que procedente de Mendoza traía a la comitiva oficial, siendo recibidos por las autoridades de San Rafael, entre los gritos de alegría del pueblo, mientras la Banda de Músicos Provincial amenizaba el acto.

La comitiva oficial, compuesta por el gobernador de San Juan, general Godoy; el obispo de Cuyo monseñor Benavente; el vicegobernador de Mendoza, los ministros y otros caballeros, acompañados por el intendente Aguirre y los principales propietarios de San Rafael, se trasladó a pie desde la estación a la Casa Departamental. En primera fila, junto con las autoridades, iba el maquinista del tren, don Vittorio Ferronato, en ese momento todo un personaje, separados del pueblo por las acequias.

Este tren, procedente de Mendoza, debía esperar en Las Catitas al tren que venía de Buenos Aires y traía al ministro de Obras Públicas de la Nación, Emilio Civit, quien era mendocino, pero por las enemistades existentes, ya que los que viajaban en el tren de Mendoza eran de ideas políticas contrarias, no esperaron a este tren y llegaron por separado, debiendo hacer una serie de maniobras el de Buenos Aires y cambiar de vías.

A las 18 hizo su entrada a la estación el tren que procedente de Buenos Aires traía al ministro Emilio Civit, a jefes del Ferrocarril Gran Oeste Argentino, otras autoridades y también a la Banda de Músicos del 13º de Infantería. Sólo fue recibido por algunos miembros de la Municipalidad.

Haciendo un pequeño resumen, ese día arribaron a San Rafael dos trenes, uno procedente de Mendoza y el otro desde Buenos Aires.

En ese momento histórico el tren representaba el progreso indefinido. Se pensaba que aquellos lugares adonde llegaba el tren iban a prosperar para siempre.

Fuente: Diario UNO

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