domingo, 22 de julio de 2012

Los nuevos vagones para el subte están abandonados en un depósito


Aunque están listos para ser utilizados, permanecen desde hace tres meses en un predio en Dock Sud. El lugar cuesta US$ 7 mil diarios.


En lo alto, con los pies colgando desde el interior de un container vacío, Raúl, viejo estibador con años de trajinar entre barcos y grúas, describe la única actividad que se registra en los dos trenes que llegaron desde China hace tres meses para mejorar el servicio del subte y aún siguen amontonados en el puerto: “Cada tanto viene un chino, recorre los coches, los mira de arriba abajo para asegurarse de que no falte nada, se sube por unos segundos a cada uno y después se va, sin decir nada”.

Nadie sabe si el supervisor es un funcionario nacional o porteño y, en medio del conflicto por la transferencia, ninguna de las partes se lo adjudicaría: hacerlo sería admitir cierta potestad sobre la administración del servicio. Desde que desembarcaron el 12 de abril pasado, las diez unidades a estrenar que componen las dos formaciones descansan en un depósito fiscal, en Dock Sud. Esta semana, noventa días después del acto en el que el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, anunció las incorporaciones, la concesionaria Metrovías retiró de circulación veinte trenes de la ya sobrepasada red de subterráneos porteña, porque, según afirmó en un comunicado, no tiene el dinero para mantenerlos. La línea D, que perdió cuatro vehículos, es la más afectada. Metrovías asegura que la flamante adquisición podría usarse para ese trayecto sin necesidad de adaptación alguna.

Los coches fueron comprados por el Gobierno nacional a la empresa china Changchun Railway Company. Cuentan con aire acondicionado, circuito cerrado de video y una capacidad de 172 pasajeros por unidad. Los que están guardados fueron los primeros en llegar de un total de nueve formaciones (de cinco vagones cada una), que se completaría antes de fin de año, y que costaron, según indicó Ramos, unos cien millones de dólares.

La idea original era que reemplazaran a los centenarios vagones belgas que aún se usan en la línea A, pero para eso sería necesario incorporar cerca del doble de unidades. Por eso, si se liberaran, se los destinaría a las C, D, E o H, que tienen un sistema compatible. Desde la empresa aseguran que sólo falta que la Nación les dé la autorización para llevarlos a los talleres para probar su funcionamiento y ponerlos en circulación.

El tren fantasma. “El subte ya fue transferido por una ley nacional y las unidades ya están pagas, así que es la Ciudad la que debe ir al depósito y llevárselas”, argumentan desde la cartera que conduce Ramos. Pero desde el Gobierno porteño insisten en que aún no aceptaron el traspaso. Aunque reconocen que aun así podrían facilitar el ingreso de las formaciones, temen que hacerlo debilite legalmente su posición. “Quieren hacernos firmar papeles para comprometernos más y decir que es nuestro; además, la puesta en funcionamiento cuesta $ 20 millones que no están contemplados en el presupuesto y los debe poner la Nación”, se quejan.

Pero mantenerlos guardados tampoco es gratis. Ante la consulta de PERFIL, fuentes del sector calcularon que guardar un vagón de unos 150 metros cúbicos cuesta cerca de US$ 600 diarios más IVA. Por diez unidades, en el tiempo transcurrido, el monto ascendería a US$ 540 mil. Tres funcionarios nacionales, uno del Ministerio del Interior y Transporte y dos de la Secretaría, no supieron contestar cuál es el monto exacto ni quién lo paga.

Según pudo constatar PERFIL, el depósito Loginter no sólo alberga los nuevos coches chinos. Hay al menos 18 vagones, entre coches del ferrocarril y otros que fueron comprados para las líneas de subte. Algunos incluso están desde hace tanto tiempo que los graffiteros ya se ocuparon de sus paredes. Ni la Nación ni la Ciudad ni la concesionaria pudieron confirmar su origen ni su uso. Tal vez, como las nuevas formaciones chinas, se trate de otros rehenes de una guerra sin tregua a la vista.



Sin alza en el tranvía

El medio de transporte con más subsidios por pasajero de la Ciudad será el único que no sufrirá ningún aumento en la tarifa. Mientras que a partir de agosto el colectivo costará $ 2 para quienes no usen la tarjeta SUBE y el tren se irá a $ 1,50, el tranvía de Puerto Madero seguirá costando sólo $ 1.

Según la Secretaría de Transporte de la Nación, el tranvía que circula por Alicia Moreau de Justo  ya fue transferido a la Ciudad junto con el subte mediante la Ley 26.740, en abril. “No anunciamos un aumento porque eso le corresponde al Gobierno porteño”, aseguraron. Sin embargo, en la misma norma se traspasaron 33 líneas de colectivo que sí fueron incluidas en la suba.

Además, la administración porteña asegura que es la Nación la que paga los subsidios. Ante la consulta de PERFIL, ningún funcionario nacional pudo desmentirlo. Durante 2011, el exclusivo tranvía –que recorre sólo 16 cuadras de uno de los barrios más lujosos de la Ciudad– se llevó $ 900 mil mensuales en subsidios y solamente transportó 138.449 pasajeros en todo el año.
Fuente: Perfil

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