La jueza de instrucción Susana Wilma López envió ayer a juicio oral y público al secretario general de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, y a otros nueve acusados por el crimen del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra y por el intento de homicidio de otras tres personas, ocurridos en octubre durante un reclamo laboral. Todos están detenidos y serán sometidos a proceso oral y público por los delitos de homicidio calificado en concurso real con homicidio calificado en grado de tentativa. El juicio estará a cargo del Tribunal Oral Criminal 21, integrado por los jueces Carlos Bossi, Horacio Dias y Diego Barroetaveña, informaron fuentes judiciales, con lo que la magistrada dio por cerrada la investigación del caso.
Pedraza y su segundo en el gremio, Juan Carlos "Gallego" Fernández, están acusados de ser los "instigadores" del crimen con el objetivo de "asegurar el poder económico y político" en el sindicato y para "aleccionar a los tercerizados" a que no vuelvan a reclamar.
Los hechos ocurrieron el 20 de octubre pasado en el barrio porteño de Barracas, cuando una patota de la UF atacó a pedradas y balazos a un grupo de empleados ferroviarios tercerizados que, con el apoyo de militantes de partidos de izquierda, protestaban por sus despidos y su categoría laboral.
Ferreyra fue asesinado de un tiro en el estómago, mientras que Elsa Rodríguez, Pablo Pinto y Nelson Aguirre fueron heridos de bala.
Como autores de los disparos están acusados el barra brava de Defensa y Justicia Cristian "Harry" Favale y el empleado ferroviario Gabriel "El Payaso" Sánchez.
También serán juzgados los delegados sindicales Pablo Díaz y Claudio Alcorcel y los empleados ferroviarios Guillermo Uño, Salvador Pipitó, Juan Carlos Pérez y Jorge González.
La elevación a juicio fue solicitada por el fiscal Fernando Fiszer hace un mes, al considerar que entre los acusados hubo un concurso premeditado y una organización para atacar a los tercerizados.
En el procesamiento, la jueza López responsabilizó a Pedraza de ser instigador de los hechos por llamadas telefónicas que impartió a su segundo, "el Gallego" Fernández, que a su vez hablaba por teléfono con Pablo Díaz, otro sindicalista que estaba en Barracas, donde se enfrentaron los tercerizados con el grupo de la Unión Ferroviaria y los barrabravas que los acompañaban.
Fuente: La gaceta
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