miércoles, 29 de diciembre de 2010

Vecinos de Ramos Mejía piden guardabarreras

A causa de los arreglos ferroviarios que se realizan en distintos pasos a nivel del trayecto Castelar- Ramos Mejía de la línea del ex ramal Sarmiento, los vecinos están indignados por las demoras y los peligros que corren tanto los peatones como los automovilistas en los cruces.

En Ramos Mejía no piden más que guardabarreras en el cruce que está en la calle Urquiza ya que, desde hace once días, el tránsito es caótico porque al estar inhabilitados esos caminos los autos y motos pasan con las barreras bajas e incluso en contramano, mientras que los peatones deben esperan entre 20 y 40 minutos para pasar.

Según los habitantes de dicha localidad, los únicos que se comprometen a cuidarlos son los trapitos o cuidacoches pero el peligro y el miedo a ser atropellados, por los trenes o por los conductores inconscientes que cruzan por donde no deben, es permanente y es un desafío. “No pedimos la ciudad del futuro, ni que estemos mucho peor sino que haya guardabarreras” expresó preocupada Nancy, residente del lugar.

No obstante, el reclamo se extiende a que estas obras públicas deben realizarse de manera rápida y segura porque la vida de los vecinos esta en juego y en manos de unas pocas personas que trabajan como guardabarreras aunque no lo sean. Según ellos, no pueden esperar más tiempo porque no quieren lamentar una tragedia evitable.

Fuente: El1 Digital (Universidad Nacional de La Matanza)

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