jueves, 28 de octubre de 2010

Apuntan a la Uocra por amenazas de muerte en el Roca

Obreros tercerizados dijeron que los intimidaron con armas de fuego en un obrador de Temperley. El mensaje no debía dejar lugar a dudas. Después de separarlo de sus compañeros de trabajo, y mientras uno de los cuatro miembros de la patota que lo rodeaba le pegaba un cabezazo en el rostro y otros dos lo golpeaban, el cuarto se levantó la remera, le mostró un arma y advirtió: "Dejate de joder... o va a haber un muerto más.



Te vamos a reventar la panza". El destinatario de la amenaza fue Sebastián Guerra, empleado de la empresa Confer SA, una de las contratistas "tercerizadas" del ex Ferrocarril Roca, dedicada al relevamiento y mantenimiento de vías, andenes y señales.

El momento también fue preciso: el jueves pasado, apenas un día después de que una patota vinculada a la Unión Ferroviaria asesinara en Barracas a Mariano Ferreyra, el militante de 23 años del Partido Obrero que protestaba por la situación de los tercerizados de la estación Avellaneda. Pero, según denunció Guerra ante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°1 de Lomas de Zamora, la amenaza no provino esta vez de miembros de la Unión Ferroviaria, sino de la Uocra, el otro gremio aludido por las denuncias de persecución sindical y negocios poco claros en torno a la empresa que gestiona al Roca: la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe). Otros cuatro obreros de Confer SA declararon ayer ante el fiscal José Luis Juárez, para ratificar y ampliar la denuncia presentada el lunes por los abogados Gabriela Campos y Matías Aufieri, que extendieron la presentación ante el Ministerio de Trabajo. Según los testigos, Guerra fue separado el jueves pasado del grupo de trabajadores del obrador que Confer posee en Temperley. Lo llamó un capataz de la empresa, luego de que un grupo de tercerizados comunicó que iba a participar en las protestas por la muerte de Ferreyra. "Habían decidido levantar el obrador y marchar a Avellaneda, donde se iban a cortar las vías antes de la movilización a Plaza de Mayo, cuando separaron a Guerra del grupo", relató la abogada Campos a LA NACION.

En ese momento, Guerra fue rodeado por un grupo de personas identificadas ante el fiscal como vinculadas a la Uocra, quienes lo golpearon, le mostraron un arma y le dijeron que, si participaba de la protesta, le iban a "reventar la panza", en obvia alusión a la herida mortal sufrida por Ferreyra. Intimidaciones. A pesar de las amenazas, un grupo de seis obreros dejó el obrador para participar en las protestas. Desde entonces, denunciaron ayer, empezaron a recibir amenazas en sus celulares y llamadas intimidatorias en sus hogares. Sus compañeros tercerizados les avisan a diario que un grupo al que identifican como miembro de la Uocra los espera a diario en el obrador, por lo que tampoco regresaron a su trabajo. Ayer, uno de los trabajadores amenazados, Federico Aseguin, fue interceptado por una patota en la estación de Gerli.

Según el relato hecho ante el fiscal, Aseguin "se salvó" porque no tenía el tatuaje que la patota estaba buscando, pero que sí tiene otro de los obreros. Las amenazas en el obrador de Temperley comenzaron luego del 21 de julio, cuando los tercerizados organizaron la primera protesta para reclamar su pase a la Unión Ferroviaria, ya que dicen realizar el mismo trabajo que los afiliados a ese gremio, que tienen un salario inicial de 4500 pesos. Ellos, sin embargo, cobran alrededor de 2500 pesos mensuales por estar encuadrados en el convenio de la construcción. Luego de esa protesta, Guerra fue elegido por sus compañeros como "delegado" de Confer y participó de las audiencias en Trabajo. También empezó a recibir las amenazas. LA NACION intentó comunicarse con Confer al teléfono de su sede fiscal, de la calle Maipú 464, sin éxito. En la Uocra dijeron desconocer el hecho denunciado y no haber recibido ninguna comunicación judicial. No obstante, su vocero, Ricardo Camaño, indicó que la política del gremio es "rechazar cualquier tipo de metodología que involucre la resolución de conflictos por vía de la violencia y respetar la resolución por la vía administrativa a través del Ministerio de Trabajo y de las garantías constitucionales a través del Estado de Derecho".

LA DENUNCIA.

* Obreros tercerizados de Temperley denunciaron que, el jueves, uno de sus delegados, Sebastián Guerra, fue golpeado y amenazado con un arma de fuego cuando quiso dejar su trabajo para protestar por la muerte de Mariano Ferreyra, el militante del Partido Obrero asesinado.

* Ante el fiscal , vincularon a los agresores con el gremio de la Uocra, al que acusaron de presionar a los trabajadores tercerizados luego de la protesta que protagonizaron el pasado 21 de julio.

* Los tercerizados reclaman ser incorporados bajo el convenio de los ferroviarios, que tiene un haber mínimo de 4500 pesos. Bajo el régimen de la construcción, su salario promedio es de $ 2500.

* Las empresas contratistas del Roca quedaron expuestas luego de la muerte de Ferreyra. Algunas de esas empresas son sindicadas como de propiedad de los dirigentes de la Unión Ferroviaria, el gremio de José Pedraza.

Fuente: La Nacion

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