miércoles, 30 de septiembre de 2009

Se frena una ampliación ferroviaria del Gran Rosario

El gobierno les debe más de 3 meses a los contratistas de dos obras fundamentales para el polo oleaginoso del norte rosarino. La obra tiende a reducir el caos vehicular por la aglomeración de camiones en tiempos de cosecha



Las dos obras clave en marcha para ampliar la red ferroviaria para el transporte de cargas por el gran Rosario se paran por el retraso de más de 3 meses en el pago de los certificados parte del gobierno nacional.

Se trata de la doble vía entre San Lorenzo y Rosario (hoy hay una sóla vía) que está en manos del Nuevo Central Argentino (NCA) y la llamada “variante Cerana” que -en base a la traza del Ferrocarril Belgrano- puede sumar una vía de unión entre San Lorenzo con Puerto San Martín que descomprimiría el paso de los trenes de carga por el ejido urbano de ambas localidades. El presupuesto de las dos oscila los $ 120 millones de pesos.

Según pudo saber punto biz, la empresa contratista que ganó la licitación avisó que ya no está en condiciones financieras de seguir adelantando capital propio para mantener la obra en marcha ante el retraso del gobierno nacional. El freno ya es evidente.

La “doble vía” estaba bastante avanzada mientras que para terminar la “variante Cerana” todavía faltaba. Ambas habían empezado a construirse el año pasado. Pero lo cierto es que ante este retraso, fuentes que siguen la licitación, estiman que es prácticamente seguro que ambas obras no estarán listas para el arribo de la próxima cosecha (marzo/abril de 2010), como se proyectó en un principio.

Si bien no se trata de obras que sumen muchos kilómetros en rieles, sí son estratégicas para hacer más eficiente el tránsito ferroviario de cargas granarias, disminuir el impacto ambiental y social del masivo arribo de camiones a la zona para la cosecha (más de 2.6 millones al año) y para que, indirectamente, pueda bajar el precio de fletes para la producción agropecuaria.

También son obras de excelente calidad en su construcción (en línea con las exigencias del Banco Mundial para el plan ferroviario Circunvalar) ya que, por ejemplo, cuando se termine la “doble vía” podrían pasar trenes de 30 toneladas por eje y no de 20, como ahora.

El retraso del pago de los certificados de obra no obedece a un recorte de fondos por parte del Ministerio de Planificación Federal de la Nación sino que es otro ejemplo de las dificultades que atraviesan las arcas nacionales para hacer frente a sus compromisos de obra pública.

La cartera que conduce Julio De Vido es la que licitó y el NCA, el principal ferrocarril de carga del país, es el que hace la inspección y el control técnico de la obra.

Ya hubo gestiones privadas ante la Nación por los retrasos y también se espera que, de no haber rápidos cambios, el gobierno de Santa Fe se sume al reclamo habida cuenta de la importancia estratégica.

Hay que recordar que el 76% de la cosecha nacional se exporta por las 15 terminales del frente fluvial Rosario y que la zona concentra el 30% de las cargas argentinas. En la actualidad –precisamente, por el retraso de este tipo de obras– ingresan a estos puertos 60 millones de toneladas contra las 7 que trae el ferrocarril, un medio más barato, eficiente y de menor impacto ambiental que si se potencia sumaría cargas y descomprimiría el colapso de la infraestructura vial que sufre el gran Rosario con la llegada de cada cosecha.

En rigor, estas dos obras que ahora se paran son una especie de “premio consuelo” a la región por las demoras en avanzar en el Plan Ferroviario Circunvalar, que ya acumula más de 10 años en los cajones de la burocracia nacional.

Fuente: Punto biz

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